Tuesday, January 01, 2008

Papá me escribió en la noche vieja esta carta

La partida de un año siempre es motivo de alguna sensación de melancolía, tristeza, o simplemente reflexión. Despedirse de un ciclo de vida donde se aglutinan recuerdos, vivencias, emociones, logros y hasta fracasos, no es fácil para nadie. Lo que si me resulta extraño, y me ha resultado durante mucho tiempo, es cómo se sienten los años nuevos de nuestros padres. Es decir, qué les ocurre, qué les viene a la cabeza mientras observan que los sucesos mundiales se repiten una y otra vez y sus hijos e hijas viven las mismas penas, alegrías e ingenuidades típicas de novatos.

No sé si a ustedes les pasa igual que a mi pero cada vez que recurro donde papá o mamá para contarles de alguna peripecia laboral, profesional o simplemente jovial, ellos siempre tienen las respuestas precisas y exactas: ni más ni menos. Claro, muchas de las respuestas que nos ofrecen nuestros viejos hay que acomodarlas a la época (por ejemplo: deberías ir al malecón con un tocadiscos a meditar: agarras el ipod y caminas por la zona y listo, adecuaste las épocas) pero esa es la parte divertida.

Papá y Mamá siempre han estado muy preocupados por el tema de la motivación al compromiso social de las nuevas generaciones y de cómo todos debemos colocarnos en la suela de los zapatos de los demás. La humildad, la solidaridad, la empatía, tolerancia, respeto y patriotismo han sido la zapata de nuestro hogar. Hoy por hoy me siento en el compromiso de transmitir toda esa enseñanza y preocupación a mis lectores/as.

Papá nos ha escrito una carta; simple, directa, real y sin rodeos. Hoy la comparto con ustedes pues entiendo que estos deseos son, sino idénticos, al menos similares a los de todos los padres y madres de la generación de papá que no son más que aquellos individuos que nos abrieron las puertas a una sociedad más libre, despierta y resistentes a la indiferencia en muchos años viejos.

Les regalo esta carta, porque es tanto mía como de mis hermanos y mis primos, y puedo hacer con ella lo que quiera. Saboreando todos esos anhelos paternos sentirás que nuestros padres piden a gritos que no pernoctemos frente a la terrible y posible caída sin reparos del “muro de los valores”.

Lo que le pido a la Vida para mis hijos y sobrinos
en la Noche Vieja del 2007

Alberto Fiallo Billini

Que descubran que hay un hogar grande, el Hogar Planetario, que está hecho de una casona muy grande, la Tierra, en un vecindario muy grande, el Universo, en la que habita una familia muy grande, la Humanidad, a la que pertenecen todas las personas que han existido, existen y existirán y que conocen y no conocen. Porque cuando acepten esa idea sentirán que son habitantes de la Tierra, no de un pedacito de ella, y que pertenecen a la Humanidad y no a un grupo de ella. Entonces, nada que dañe a la casa y a la familia de todas las personas pasará desapercibido y todo lo que las proteja será profundamente significativo para ellos.

Que descubran y aprendan a escuchar a sus conciencias y que acepten la idea de que la Conciencia debe ser ese espacio existencial donde nos conectamos con el Hogar Planetario.

Que acepten que ser bueno no es ostentarlo ni parecerlo, es ejercer la bondad, o sea, desear, buscar y amar en la Persona Humana lo fraterno, lo generoso, lo solidario, lo libre y lo justo, así como la búsqueda de la igualdad y la equidad. Por ello, traten de descubrir que pueden encontrar la felicidad a través de no aislarse del resto de la Humanidad y en la forma en cómo se entregan a los demás, sobre todo cuando buscan el bien para los que más lo necesitan y luchan por ello.

Que acepten que la honradez no es un producto mediático ni una herencia invertebrada, que ni es un ropaje ni una pose, que no es la propiedad de una marca, que no es decoración de exteriores ni talante para la cobardía y que la honradez no existe sin patriotismo. Que asuman que la honradez es compromiso, es riesgo, valentía, es darse a los demás, que es saber sufrir cuando ella misma, la honradez, es despreciada, ridiculizada, ignorada o castigada.

Que acepten con humildad que la ignorancia no es mala porque la sabiduría es saber que falta mucho por saber y que lo importante al procurar conocimientos es conocer a quienes sirven o des-sirven y que esos conocimientos son propiedad de la Humanidad que fue quién los construyó y los acumuló.

Que descubran que donde hay amor nada hará falta y que el perdón es el rostro más honesto del amor.

Que descubran que la esperanza no es una fuerza pasiva, que es compromiso, lucha, persistencia y resistencia, por lo que es verdad lo que decía Agustín el santo: tiene dos hijos, la ira y el valor.

Que acepten la idea de que deben y pueden ser mejores cada día, que esa es una tarea de todos los días y que la calificación final al resultado de ese empeño la debe poner la propia conciencia y que frente a ese veredicto poco importa lo que piensen o digan los demás sobre todo si es lisonja.

Que la Paz es el respeto al derecho ajeno y a la diversidad humana, así como la protección, desarrollo y mejoría de los espacios de lo público.

Que el valor de lo que damos está en darlo sin que nos lo pidan y que la mejor medida de lo que damos está en que sea mejor de lo que hemos dado con anterioridad.

Que acepten que el trabajo y la felicidad deben ir de la mano, por lo que debe apasionarles procurar trabajo de calidad para todos y todas e igualar las oportunidades de lograrlo, para generar riquezas medidas por el grado de protección social y la satisfacción de las necesidades de las personas, las familias y las comunidades”.

La vida es la oportunidad perfecta para trabajar y luchar por ella. La vida es un lapso de tiempo en el pertenecemos a un todo y hacemos nada. La vida es un espacio para recordar por qué vivimos y morimos. La vida es la ventaja que tenemos ante los muertos que apenas llegaron a conocerla. La vida es el tiempo exacto que tenemos para dejar una huella que perdure por siglos y siglos.

Daría lo que fuera porque todos/as los ciudadanos/as comprendieran al menos un 30% de esta carta y empezaran a ponerlo en practica en este nuevo año 2008, que de por sí será bastante controversial. Gracias Papá por tus deseos: ahora son mis deseos para todos/as.

3 Comments:

Blogger Máximo said...

Muy veraz la carta de "Papá".

Es bueno saber un poco, de donde viene tu determinación para hacer tantas cosas, que a muchos de nosotros nos parecen "grandiosas", y me imagino que para ti es tan solo, algo que DEBE HACERSE.

Ahora entiendo también, un poquito más, por qué eres como eres.

No te deseo suerte porque la has sustituído con muchísimo trabajo, esfuerzo y entusiasmo, pero si te deseo ganas de seguir y de mantener esa velita, que expide tanta bondad y generosidad, encendida.

Eres un amor.

6:12 AM

 
Blogger Fran said...

This comment has been removed by the author.

3:28 PM

 
Blogger Orlando Muñoz said...

He llegado a este blog por curiosidad y me ha proporcionado una grata satisfacción el espíritu de tus palabras. Muy significativa la carta y tu comenatario. Como haces esto públicamente y como me siento identificado con lo que aquí se plantea, he tomado la iniciativa de reproducir tu texto en mi bitácora, pues creo que hay que combatir las malas palabras y las malas acciones con palabras y acciones creativas y edificantes. Valga lo anterior como una solicitud tardía de permiso.
Saludos cordiales.

8:15 AM

 

Post a Comment

<< Home